jueves, 11 de diciembre de 2008

MI AVENTURA DE SER DOCENTE

Al estar leyendo el articulo la aventura de ser maestro de José M. Esteve y darme cuenta que gran porcentaje de docentes principalmente en la educación media superior nos hemos formado como dice el autor a base de ensayo y error vienen a mi mente mis primeros días de clase donde , tomando el ejemplo de aquellos maestros que desde mi punto de vista fueron mejores o que de alguna manera dejaron huella en mi, preparaba mis clases de contenidos aparentemente fáciles, pero con la problemática de cómo hacerlos llegar al alumnado, sin entender claramente que los contenidos son importantes, pero lo es más el cómo y para qué lo perciben los alumnos. Y también recordé como horas completas en preparar material y actividades, se esfumaban en una sesión de 50 minutos, y en ocasiones con la insatisfacción de no haberlas llevado a cabo como se habían planeado por X o Y circunstancias, estos primeros años de actividad, la observación , preparación, porque como dice Paúl Freire en su lectura la responsabilidad ética y política y profesional del educador me ha impulsado a prepararme con cursos de docencia, psicología y pedagogía, principalmente y en especial haber participado en un Diplomado de Neurolingüística me ayudo a comprender, que mi mapa no es el territorio y que cada individuo actúa bajo su propio mapa y contexto, que tampoco es la realidad, ahora entiendo que cada grupo, alumno y contexto es diferente y entonces, como dice autor en su titulo el ser maestro es una aventura, donde hay que dejar de lado las apariencias, el formalismo y buscar el ser útil en la enseñanza y centrarnos a pensar y a hacer en función al alumnado, claro bajo un programa preestablecido pero con la libertad de elegir hacer lo que permita al alumno abrir su mente, indagar, ayudarles a entender el mundo e inclusive a ellos mismos .( Al principio ni ellos mismos comprenden nuestro actuar, pues están habituados a ordenes, imposiciones, algunos nunca llegan a comprenderlo), pues como dice Santos Guerra la educación y enseñanza están cruzadas por valores de diversa naturaleza, pretendemos educar en valores para enfrentarlos a una sociedad donde imperan los antivalores, pero la satisfacción es que algunos si logran entenderlo, aunque se confrontan a un mundo material donde muchos de los “ triunfadores” han logrado su éxito sin considerar ningún valor de los que los educadores pretendemos infundir y entonces sí llegan a concientizarse de su compromiso y participación para cambiar esta sociedad, podremos sentirnos satisfechos.
Formar mi propia identidad profesional es algo difícil pues como dice el autor es despojarnos un poco de nuestro titulo, experiencia, conocimientos, ser humildes y esto es difícil porque todos queremos ser servidos y no estar para servir y veo en mi práctica que aun sin intención algunas veces hago sentir mal a los alumnos , se sienten, porque me lo han dicho, humillados y entonces me retroalimento con sus comentarios y vuelvo a reflexionar sobre mis actitudes, actividades, expresión no verbal etc. Y ajusto mi conducta, para que sea útil como ya se menciono a la enseñanza.
Creo que muchas de las actitudes que tenemos con los alumnos también se deben a que desde los altos mandos: Departamentos de SERVICIOS Docentes, Escolares y mas que conformen la institución tampoco han comprendido que estamos para servir y no para ser servidos y como en el efecto domino y en cascada el afectado es el alumno, de ahí la importancia que todos los involucrados estemos en la misma línea.
Para terminar coincido con el autor al sentirme libre como maestro, libre de decir lo que pienso aunque a veces me ocasione problemas y gracias a nuestra sistema poco interesado de lo que pasa en el aula me siento libre de ensayar nuevas técnicas y maneras de enseñar, aunque esto conlleva mas responsabilidad. Valoro mucho mi trabajo porque me permite aprender y enriquecerme al tratar con los alumnos me siento viva y joven, cansada pero con ánimos de seguir aprendiendo y esforzándome.

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